El administrar un café puede ser una aventura, muchas personas desean iniciar su propia tienda, una pastelería o floristería, pasiones secretas –o no tan secretas- las cuales buscan convertir en el trabajo de sus sueños.
Un sueño que les brinde la estabilidad para vivir cómodamente, para algunas de estas personas es administrar un café, tentados por aromas, sabores y calidez ambiental, todo reunido en un lugar mágico.
En primer lugar, si se habla de café, indudablemente es necesario remontarse al inicio, al momento en donde se cosecha ese pequeño grano de la tierra, cada grano y tipo de café posee una identidad propia y un sabor característico.
De hecho, existen alrededor del mundo solo 4 tipos de café, pero la forma en la que estos son procesados luego de su cultivo hace variar completamente su sabor. Sin dudas, para administrar un café correctamente, es necesario entender sobre café.
Por ese motivo, algunas variedades de café consiguen realzar su sabor. Con el agregado de matices de caramelo, chocolate, vainilla y otros sabores extra para lograr darle una esencia diferente a cada presentación.
En pos de brindarle una identidad correcta al negocio, es indispensable pensar en la selección adecuada de sabores previamente descrita.
¿Qué necesitamos saber antes de abrir un café? Consideraciones generales
Antes de comenzar a administrar un café, es indispensable conocer hacia donde se dirige el negocio. Son muchas y variadas las cuestiones a tener en cuenta, algunos de los puntos más destacados a tener en consideración son los siguientes.
• El lugar es primordial: Al incursionar en el negocio del café o cualquier otro negocio, es necesario conocer los alrededores en donde abrirá las puertas el local de sus sueños. Saber qué tipo de público se encuentra más cercano nos dará idea si se alinea con el tipo de clientes que acudirán a nuestro comercio.
¿Jóvenes, adultos o adultos mayores? ¿Formales o informales?, identificar la demografía del público es esencial para administrar un café.
• Conocer a la competencia: Ayuda a definir nuestro propio esquema de trabajo. Analizar a la competencia para identificar sus aciertos y sus fallos para no realizar esas mismas ideas, y así crear su propia clientela y brindarle un nuevo sitio, a esos clientes insatisfechos de los locales adyacentes.
¿Cuáles son sus costos? ¿Qué ofrecen? ¿Qué les hace falta? Para administrar un café se deben saber administrar los riesgos del negocio, no basta simplemente con buenas intenciones y encarar desafíos.
• Diseñar la disposición del mobiliario: Se debe tener en cuenta la disposición más adecuada de las mesas, con la distancia apropiada entre las mesas y espacio suficiente para dejar pasar a los mozos. Es conveniente buscar asesoramiento profesional en este caso. Teniendo en cuenta también el siguiente punto…
• Definir una identidad o tema: ¿Se usarán sillas tradicionales? ¿Una temática moderna o el más puro estilo de los 80´s? Esa decisión marca la selección del estilo para el sitio, es lo que hará la diferencia inicial a los ojos de los clientes y con ello, aumentaran la afluencia de visitantes.
De hecho, esta identidad deber a la vez brindar comodidad para los futuros clientes; de nada sirve tener una imagen elegante o divertida si el ambiente en el interior genera incomodidad.
Es importante e indispensable tenerlo en consideración cuando se escoge el diseño de interiores del local, esto es fundamental para administrar un café.
Confeccionar el menú, parte fundamental de la administración.
Para administrar un café pequeño, el café es –por supuesto- la parte central de las ventas, pero no debe ser lo único que ofrezca en el local, es necesario confeccionar un menú que reúna las opciones para satisfacer las necesidades de todos nuestros clientes en la demográfica en donde se mantiene nuestro local. Ofrecer una base común de platillos más platillos especiales para los distintos tipos de clientes, puede ser una buena práctica
• El acompañamiento: Lo estándar para la hora del café suelen ser galletas, tortas, una variada selección de panes y dulces.
Existe una costumbre en algunos lugares donde se introduce el acompañamiento seleccionado dentro de la taza de café para darle una presentación diferente.
Para administrar un café es importante confeccionar el menú agregando variadas opciones de estos elementos para satisfacer a los clientes.
Por lo general el café se sirve a determinadas horas, en la mañana y tarde –luego de la jornada de trabajo- son las horas con más demanda, aunque estas horas pico pueden variar según la demografía. Se recomienda agregar también al menú una selección de comida salada, no tan pesada como un almuerzo o una comida completa.
Actualmente, muchas tiendas de café ofrecen combinaciones de sándwich y hamburguesas para abarcar la mayor cantidad de clientes posibles, es importante considerar que comidas son las populares para el grupo de clientes objetivo.
• La variedad de café: Por razones obvias, es esencial tener una gran variedad. Una tienda de café no puede solo trabajar con un determinado tipo de café, necesita abarcar todo un espectro de sabores posibles si se quiere ser exitoso. Además el café y sus formas de servirlo hacen de esta parte del menú la más complicada de confeccionar.
Por ejemplo, dentro de estas variedades podemos encontrar el cappuccino, café con hielo, café con leche, el marrón, café bombón y el tradicional café negro. Como se mencionó anteriormente, existe una gran variedad de tipos.
Es por ello que se debe tener especial cuidado al seleccionar cuales de estos ofrecer a la clientela al administrar un café.
El arte de administrar un café pequeño
La atención al cliente: La calidad de la atención debe ser impecable, siempre debe de estar alguien a disposición para tomar los pedidos y responder con amabilidad las preguntas que estos puedan realizar. Como en todo negocio es importante una buena presencia y cordialidad, esto ayuda a mantener el ambiente de comodidad dentro del negocio, motivando a los clientes a regresar y recomendar.
Siempre dispuestos: No se debe dejar de servir un pedido, incluso si esta próxima la hora de cierre, esto garantiza que los clientes se sientan importantes. Se deben, además, cuidar las existencias en el almacén para evitar dejar de servir algún tipo de café, ya que este tipo de faltas pueden dar una mala imagen de la administración.
Cuentas claras: Mantener un control de las ganancias y la contabilidad es la razón de ser para administrar un café. Es primordial que en cada cambio de turno se realice un conteo del dinero en caja y dejar preparado para que los empleados del siguiente turno puedan comenzar su turno sin inconvenientes. También es recomendable que no se dejen grandes cantidades de dinero de baja denominación en caja. En esta nota vas a encontrar información de cómo pueden ayudarte el marketing y las redes sociales, a mantener tus ventas bien altas.
Entonces, el proceso de administrar un café inicia con un proceso complejo para definir la identidad del negocio. Una vez que esta fase se completa, comienza la increíble tarea de ganarnos el corazón de los clientes, poniendo especial cuidado en la atención, los sabores, los aromas, el ambiente y por supuesto la música. Todo ello conjugado en un espiral de sensaciones para enfocadas en enamorar a cada persona que entra a degustar ese producto conocido como café.